Cómo AMOS involucra a líderes religiosos y comunidades en Nicaragua en una mejor nutrición
Una entrevista con el Dr. Emile Olivieri, Gerente de Programas de Fundación AMOS, Salud y Esperanza sobre cómo esta organización cristiana trabaja en nutrición.
por Cassady Mecate, candidata al programa de Maestría en Salud Pública de la Universidad de Baylor y pasante de abogacía y promoción en CCIH.
El Dr. Emile Olivieri es un médico general que actualmente trabaja en la Fundación AMOS en Nicaragua. Tiene una Maestría en Gerencia Social: políticas, programas y proyectos y ha trabajado extensamente con organizaciones sin fines de lucro en comunidades rurales en Nicaragua, Costa Rica y Guatemala. En Fundación AMOS, el Dr. Olivieri ha acompañado el proceso educativo hacia las comunidades para mejorar la salud de las comunidades empobrecidas trabajando junto a ellas en salud, educación y desarrollo.
¿Qué está haciendo AMOS actualmente para involucrar a la comunidad en prácticas de alimentación saludable? ¿AMOS ha hecho algo en particular para involucrar a los líderes religiosos en la promoción de una buena nutrición?
AMOS ha estado trabajando junto a las comunidades en Nicaragua y apoyando la iniciativa del Ministerio de Salud de Nicaragua llamada PROCOSAN al educar a los promotores de salud y hacer que realicen mediciones de talla y peso en niños y niñas. En AMOS estamos entregando alimento fortificado a niños de seis meses a cinco años, y siempre estamos trabajando conjuntamente con promotores de salud y comités de salud. La mayoría de los miembros también son pastores evangélicos o líderes laicos de iglesias católicas.
Actualmente, estamos trabajando en un increíble proyecto de desarrollo infantil que se llama Crianza con Amor, donde uno de sus componentes es la nutrición y la lactancia materna exclusiva en los niños. Las consejeras de salud y madres voluntarias están realizando visitas domiciliarias para enseñar a madres y padres la importancia de la lactancia materna y cómo extraer y almacenar leche materna en las áreas rurales cuando las madres no tienen acceso a refrigeradores. Este es un tema muy importante a tratar con las madres para prevenir la desnutrición en los niños porque esta primera etapa de la vida desde el nacimiento hasta los cinco años es la más importante para el desarrollo de la niñez.
¿Podría explicar el papel de los pastores evangélicos dentro de AMOS y la comunidad?
AMOS trabaja con promotores de salud y comités de salud. En los comités de salud hay pastores evangélicos locales y otros líderes religiosos. Muchos de ellos desempeñan múltiples roles de liderazgo. Como lo menciona nuestro nombre, AMOS Salud y Esperanza brinda esperanza a las personas en comunidades remotas al acercarse y brindar acceso a la atención médica en salud y al tratar de reducir las inequidades en la salud. Es beneficioso tener promotores de salud y comités con una fe firme que apoyen a las comunidades en su papel cristiano.
Como promotores de salud y líderes religiosos, utilizan los espacios en sus iglesias locales para resaltar las cosas que han estado viendo a través de sus visitas domiciliarias, a través de los datos que se han recopilado y las áreas que necesitan mejoras en la comunidad. Esto anima a sus congregaciones a meditar y reflexionar sobre los problemas de salud que ocurren en la comunidad.
¿Están trabajando con otras organizaciones o agencias gubernamentales para abordar la desnutrición?
Para tratar a niños y niñas con desnutrición en la comunidad, estamos trabajando con Feed the Hungry. Feed the Hungry nos proporciona alimentos fortificados para entregar a las comunidades a las que sirve AMOS. También trabajamos de la mano con el Ministerio de Salud y con los diferentes centros de salud en las comunidades. El personal médico que labora en estos centros de salud, trabaja con los promotores de salud cercanos a las comunidades para los chequeos mensuales, dando seguimiento al estado nutricional y brindando cuidado nutricional a todos los miembros de la comunidad.
Al contar con esta comunicación y una estrecha relación entre los promotores de salud, los profesionales de salud del Ministerio de Salud de Nicaragua, estamos asegurando una asistencia sostenible para los niños. Podemos, a través de los promotores de salud y la red comunitaria, reportar datos sobre salud infantil de manera oportuna al Ministerio de Salud, para que puedan tomarse las medidas adecuadas.
¿Qué contribuye a la sostenibilidad de los programas de nutrición de AMOS?
Uno de los pilares fundamentales de AMOS es trabajar junto a las comunidades que consideramos socias y compañeras en este trabajo. Nuestro trabajo es sostenible porque estamos utilizando la Investigación Participativa Basada en la Comunidad (CBPR), la Investigación Acción Participativa (IAP) y los modelos de grupos de cuido, a través de los cuales enseñamos a los promotores de salud y luego los promotores de salud enseñan al resto de la comunidad. Enseñan a las madres y los niños a practicar hábitos saludables. También lo hacemos sostenible a través de nuestras relaciones con el Ministerio de Salud. Renovamos nuestro convenio con ellos cada cinco años.
También nos enfocamos en conectar a los promotores de salud con el Ministerio de Salud, para que puedan comunicarse directamente con el personal del Ministerio. Al final, AMOS es un facilitador que enseña a los promotores de salud cómo pueden responder a los problemas de salud en sus propias comunidades y a quién pueden contactar en su área local para responder a emergencias y brindar atención de seguimiento. AMOS brinda las herramientas físicas y la educación necesarias para enfrentar las situaciones que necesitan ser fortalecidas en la comunidad.
¿Qué cambios ha notado en las comunidades al brindar una atención constante en materia de nutrición?
Nos enfocamos en diferentes temas importantes en AMOS como el embarazo, la salud infantil y las enfermedades crónicas, pero uno de nuestros principales objetivos también es la nutrición trabajando con el programa de PROCOSAN que forma parte de los modelos del Ministerio de Salud Nacional. Los cambios que hemos visto en las comunidades son los efectos de diferentes situaciones: el mundo en evolución, la globalización y el trabajo positivo que AMOS y los promotores de salud hacen en las comunidades.
En 2016, medimos la altura y el peso de los niños y encontramos que el 9,83% de los niños estaban desnutridos. Realizamos este muestreo todos los años y hemos visto una disminución en el porcentaje de niños desnutridos. En 2017, vimos una disminución porcentual del 9,83% al 9,57%. Luego, en 2018, disminuyó a 3.67%, en 2019, a 3.21% y en 2020, encontramos que 2.23% de los niños en las 23 comunidades a las que AMOS atiende estaban en estado de desnutrición. Esto es producto de años y años de trabajo y formación con los promotores de salud, el empoderamiento y educación que ha brindado AMOS, y el trabajo que se hace de la mano con otros socios como el Ministerio de Salud.
¿Qué desafíos ha enfrentado AMOS para involucrar a la comunidad a través de la pandemia? ¿Cómo está abordando esos desafíos?
2020 fue definitivamente un gran desafío para el mundo en general y aún más para las comunidades vulnerables. Debido al contexto sociopolítico en Nicaragua, las comunidades enfrentan un alto nivel de desempleo y tienen menor poder adquisitivo y diversidad en sus decisiones acerca de la alimentación. El COVID-19 también ha tenido un impacto directo en la capacidad de consumo de la comunidad. Encontramos que las visitas domiciliarias y la recolección de las medidas de talla y peso de los niños dentro de las comunidades fueron un poco desafiantes durante la pandemia porque no queríamos que los promotores de salud estuvieran expuestos al virus o que otras personas estuvieran expuestas a los promotores de salud.
En Nicaragua, tuvimos que detener nuestro monitoreo de estos datos y nuestra actividades de educación sobre salud y nutrición a las familias. Hacia finales de 2020, reiniciamos estas actividades con nuestros promotores de salud practicando el distanciamiento social y el uso de mascarillas. Continuamos brindando alimentos enriquecidos, educación y asesoramiento nutricional para enseñar a las personas cómo pueden comer mejor con los alimentos a los que tienen acceso en las comunidades. Tratamos de abordar la realidad de lo que las personas pueden pagar y a lo que tienen acceso durante las diferentes estaciones.
¿Cómo continúa AMOS brindando atención, especialmente con respecto a la buena nutrición durante desastres ambientales, como huracanes o inundaciones?
Nicaragua pasó por el impacto de huracanes consecutivos de categoría 5 y categoría 4 en noviembre del año pasado. Causaron una destrucción masiva en la Región del Atlántico Norte de Nicaragua, pero también afectaron indirectamente a muchas comunidades en otras regiones de Nicaragua y al país en general. Algunas de las comunidades a las que sirve AMOS se vieron afectadas negativamente. La gente perdió sus ingresos y fuentes de alimentos porque sus cultivos fueron destruidos. Hacia mayo de este año comenzarán a sembrar nuevos cultivos, para poder venderlos y consumirlos durante todo el año.
Después de los huracanes, AMOS brindó asistencia a las comunidades proporcionando alimentos y agua limpia. Trabajamos con los promotores de salud para determinar una lista de las familias que se vieron muy afectadas y necesitaban asistencia urgente después de los huracanes. Inmediatamente les proporcionamos paquetes de atención básica con artículos como arroz, frijoles y aceite.
Además, después de los huracanes, AMOS actuó contactando a otras organizaciones socias en las áreas de RACCN: Bilwi y Alamikamba. Contactamos a los pastores bautistas para ayudarlos a identificar y satisfacer las necesidades de la comunidad. Enviamos un camión lleno de donaciones de arroz, frijoles, aceite, sal, azúcar y paquetes de higiene para brindar apoyo nutricional a las comunidades.
Durante los huracanes, los comités de salud y los promotores de salud donde trabaja AMOS se empoderaron y tomaron la iniciativa en sus comunidades. Cuando el huracán estaba por golpear, las instituciones nacionales compartieron información sobre qué hacer, pero las comunidades ya estaban organizadas. Las comunidades ya sabían qué hacer, cómo llegar a zonas seguras y qué familias iban a albergar a otras familias en sus casas. Las comunidades ya tenían una táctica de respuesta y se estaban coordinando entre ellas por iniciativa propia junto con las instituciones gubernamentales que respondieron a la emergencia. Fue agradable ver que estaban muy preparados y eran resilientes a los diferentes desastres.
Más sobre el trabajo de las organizaciones religiosas y la nutrición.
Acerca de la autora: Candidata a Maestría en Salud Pública 2021, Cassady Mecate actualmente está estudiando Salud Comunitaria en la Universidad de Baylor. Ella planea seguir una carrera en defensa y desarrollo de políticas para construir sistemas de salud resilientes que puedan combatir mejor la propagación de enfermedades infecciosas.